“Llegas a un lugar, te detienes, y sientes una especie de excitación, incluso antes de haberte topado con lo que vas a fotografiar. Tienes una sensación del lugar: hay algo en la luz, una atmósfera especial.” Wim Wenders.
TEXTO CATALOGO
Pompi Gutnisky evita las connotaciones históricas y sociales que el revelar las locaciones de sus fotos impondría. Más que catalogar clásicos interiores de Buenos Aires, los deja en su anonimato y evocación, como si fueran locaciones de cine, abiertos a cualquier relato. Son lugares con los que se cruza al ir al médico, al visitar a su familia o amigos, o que encuentra a menudo por su trabajo como fotógrafa de revistas de moda y diseño. Deliberadamente, y en lo que podría considerarse una reacción a su inmersión profesional en una cultura mediática de tendencias, respondiendo simplemente a lo que le gusta, no los arma, decora o mejora: los fotografía tal como los encuentra. “Simples”, “sin brillo”, “nobles” son palabras que utiliza Gutnisky al describir sus sujetos. Habla con entusiasmo de la estupenda madera de la puerta del armario del conserje, o del diseño del empapelado que ya no se volverá fabricar. “No es que esté en contra del cambio” dice. “Pero el cambio me molesta cuando es entendido como progreso.” Gutnisky tomó el nombre para su serie más reciente de fotografías de una película de 1975 de Wim Wenders, Falsche Bewegung, que en la Argentina se llamó Falso Movimiento. Además de un homenaje a Wenders, el título hace referencia, con alguna ironía para la artista, al hecho de ser su primera exposición de fotos que no fueron tomadas estando de viaje; y a la vez, sugiere la sensación de quietud de la rutina diaria. Estas fotos de los lugares en los que se ha encontrado Gutnisky al moverse por Buenos Aires –del mismo modo que lo harían fotos de lugares lejanos– rastrean su propio viaje espiritual y emocional durante estos últimos años. No es una coincidencia que se trate de lugares para la contemplación cotidiana, espacios interiores que parecieran estar suspendidos en el tiempo. Habitaciones vacías que aluden a la vida fuera del marco, escenarios para las historias que cuentan los lugares, o las que nosotros contamos. De niños deseábamos que nada cambiara, Al crecer, y como “chicos modernos”, pura impaciencia de cambio. Y hay un momento, más tarde o más temprano, donde todos queremos, si bien no buscar el pasado pero sí al menos, entrar en conexión con él. Y en Gutnisky los ciclos vitales, los comienzos y los finales, imprimieron un cambio en su trabajo. Luego de mostrar sus Souvenirs –fotografías de animales exhibidos en museos de historia natural de distintos países– la artista comenzó una serie de fotos de objetos que habían pertenecido a su madre. Y ese trabajo catártico la llevó a las actuales fotografías de interiores vintage. Otra palabra que Gutnisky usa, con admiración, es démodé, expresión en sí pasada de moda y con un dejo derogatorio al describir las cosas como eran. Y se lamenta del reemplazo de la alfombra del Teatro San Martín, del anuncio de un nuevo desarrollo en la playa de Colonia, o de la renovación inminente del Teatro Colón. “En realidad, ¿qué son las ruinas?” se pregunta. “¿Es algo que cambia para peor o que se deja intacto?” Hay una nostalgia típicamente porteña en esto, quizá, pero Gutnisky al capturar lo que queda busca un respiro del maltrecho ethos de la cultura globalizada. Después de todo, en la vida y a diferencia de la ficción, no hay verdaderamente movimientos falsos. Lo que cambió nunca volverá a ser igual.
Pompi Gutnisky ( Buenos Aires, 1962) abandona sus estudios de Biología en la Universidad de Buenos Aires para dedicarse a viajar por Europa y Medio Oriente y el Sudeste Asiático . Ingresa al Instituto Nacional de Cinematografía. En 1994 decide dedicarse plenamente a la fotografía y realiza su primera muestra individual en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. Paralelamente trabaja en fotografía editorial y publicitaria.Ha participado en varias muestras individuales y colectivas (Braga Menendez Arte Contemporaneo,Red Galeria, Elsi del Rio, Galeria Gara , ICI ,MNBA,Centro Cultural Borges,etc
Entre 1997 y 1999 es becaria del Programa para Artistas Jóvenes dirigido por Guillermo Kuitca. Experiencia que extiende al período 2003-2005, participando del Programa para las Artes Visuales Rojas \UBA con direcciòn de Guillermo Kuitca.
Las fotografìas de Pompi Gutnisky parecieran lograr un secreto cometido: trascender la tiranía del tiempo. Hay un halo de eternidad atemporal, en las diferentes series que conforman su obra, donde el instante capturado se convierte en sustituto transportable de mundos cuya otredad se desvanece